Los problemas con los que llegaba el Xerez Club Deportivo el pasado domingo a Sanlúcar obligaron a que Vicente Vargas tuviera que echar mano del equipo juvenil para completar la convocatoria. Los «afortunados» fueron Antonio Abad, Juanma Rivero y Michael Giovanini, que vivieron una mañana de fútbol que posiblemente no olvidarán nunca.

El primero en ingresar al terreno de juego fue Antonio, que tuvo toda una segunda parte para demostrar sus cualidades, las mismas que le han llevado a ser elegido por los internautas de nuestra página web como MVP del partido con un 41,3% de los votos, seguido de Álvaro Guerrero. El canterano se mostraba «tremendamente feliz por haber sido elegido el mejor jugador, quiero dar las gracias a todos los aficionados que me han votado». No es la primera vez que el defensa defiende la camiseta del primer equipo, puesto que ya debutó la temporada pasada ante el Lora CF en el Arturo Puntas Vela de Rota, pero nunca había disputado tantos minutos como hizo en esta ocasión. «Fue un día muy emotivo para mí, tuve la fortuna de defender la banda durante 45 minutos. Esto te motiva para seguir jugando y mejorando.»  «La verdad que estaba un poco nervioso antes de salir. Soy juvenil de segundo año y jugar en Tercera División es un salto bastante importante para mí, pero una que entré en el campo me mentalicé que tan sólo era un partido más y me centré exclusivamentente en el juego.»

El joven futbolista, de 17 años, está viviendo su tercera temporada consecutiva dentro de la entidad azulina. En este tiempo, tuvo el privilegio de ser entrenado por Pedro Carrión y Antonio Quirós, situación que le sirvió para ampliar sus conocimientos futbolísiticos: «Fue un completo honor tener estos entrenadores, aprendimos mucho con ellos». 

Juanma Rivero vivió una experiencia inédita hasta el momento para él: «Lo voy a recordar toda la vida, tenía una ilusión muy grande, no me lo creía. Espero tener más oportunidades, estoy seguro que no las voy a desperdiciar». El centrocampista se encontraba respaldado en «El Palmar» por sus padres, que grabaron con el móvil los veinte minutos que disputó de encuentro, un vídeo que sin duda alguna conservarán como «oro en paño». «La alegría fue en conjunto, para toda mi familia, sobre todo para mis padres y mi hermana. Ellos me dicen que nunca deje el fútbol y que le ponga todas mis ganas».

El caso de Michael es especial. El joven delantero, de nacionalidad italiana, llegó a España para hacer unas pruebas con el Sevilla FC  y esta temporada recalaría en el Xerez para ponerse a las órdenes de Rafa Ochoa. «Yo llegué a España en Enero de 2017 para jugar en el Sevilla. Fue un sueño hecho realidad venir a este país para disfrutar del fútbol. Llegué por mediación de mi representante, Renato Moroni, que al verme jugar en Italia me explicó que tenía contacto con el Sevilla y que serviría para aumentar mi nivel de entrenamientos.»  «Mi adaptación está siendo buena, lógicamente echo de menos a mi familia, pero aquí la vida es un espectáculo y me siento como en casa».

Al transalpino no le pilló por sorpresa que Vicente Vargas le convocara, puesto que era consciente de todas las bajas que había en la primera plantilla. «Trabajo cada entrenamiento esperando una posible llamada de Vicente, me imaginé que podrían contar conmigo esta semana.»  «Jugar en un lugar así, con tanta gente y con un rival como el Sanluqueño, fue una gran emocion para mí. Acudí con el planteamiento de hacerlo lo mejor posible para poder ayudar al equipo.»